jueves, 10 de octubre de 2013

Ay! dinero, dinero, dinero...

El dinero es una forma de poder. El dinero viene y va, pero si usted cuenta con la educación acerca de cómo funciona el dinero, gana poder sobre él y puede comenzar a generar riqueza, dice "Padre rico, padre pobre", de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter.

Estas lecciones, no pretenden ser respuestas sino pautas indicadoras.
Estas seis lecciones son:
1. Los ricos no trabajan por el dinero.
2. Entender las finanzas.
3. Ocúpese de su propio negocio.
4. La historia de los impuestos y el poder de las corporaciones.
5. Los ricos inventan el dinero.
6. Trabaje para aprender y no por el dinero

Disfruta de la...
 LECCION # 1: Los ricos no trabajan por el dinero
Por tres semanas más, Mike y yo trabajamos durante tres horas cada sábado, por nada. El trabajo no me molestaba, y la rutina se volvía más sencilla. Eran los partidos de baseball y el no poder afrontar la compra de los librito de historietas lo que podía conmigo.
Padre rico apareció por allí al mediodía del tercer sábado, fue al refrigerador de los helados, sacó dos, los pagó, y nos señaló a Mike y a mí.
“Vayamos a dar un paseo, chicos”
Nos sentamos en una mesa de picnic apartada, y nos dio los helados.
“¿Como van las cosas, niños?”
“OK, dijo Mike. Yo asentí de acuerdo. “¿Ya aprendieron algo?”, preguntó padre rico.
Mike y yo nos miramos, encogiéndonos de hombros y sacuiendo nuestras cabezas al unísono.
Evitando la trampa más grande de la vida.
“Bien es mejor que ustedes empiecen a pensar, chicos. Están viendo claramente una de las lecciones más grandes de la vida. Si aprenden la lección disfrutarán de una vida de gran libertad y seguridad. Si no aprenden la lección, acabarán como La Sra. Martin y la mayoría de las personas que están jugando softball aquí en el parque. Ellos trabajan duro, por poca plata, colgados de la ilusión de la seguridad de un trabajo, esperando con agrado las tres semanas de vacaciones anuales, y una magra pensión luego de cuarenta y cinco años de trabajo. Si eso los entusiasma, les daré un aumento de 25 centavos por hora”
Con una sonrisa, papá rico dijo, “¿No sonaban buenos los 25 centavos? ¿No hacían que su corazón latiera más rápido?”
Sacudí mi cabeza con un “no”, pero en realidad no era así. Veinticinco centavos por hora hubieran sido un gran monto para mí.
“OK, les pagaré un dólar por hora”, dijo padre rico, con una mueca burlona.
Ahora mi corazón empezaba a correr. Mi cerebro chillaba, “tómalo, tómalo” Yo no podía creer lo que estaba escuchando. Pero aún así, no dije nada.
“OK, 2 dólares por hora”
Mi pequeño cerebro de 9 años y mi corazón, casi explotaban. Después de todo, estábamos en 1956 y que me pagaran 2 dólares por hora me hubiera convertido en el niño más rico del mundo. No podía imaginarme ganando esa cantidad de dinero. Yo quería decir
si” Quería aceptar el trato. Podía ver una nueva bicicleta, guantes de baseball nuevos, y la adoración de mis amigos cuando mostrara algo de efectivo. Además de eso, Jimmy y sus amigos ricos nunca podrían volver a llamarme pobre. Pero por alguna razón mi boca permaneció en silencio.
Quizás mi cerebro se recalentó y comenzó a derretirse. Pero en lo profundo de mi ser, yo realmente no quería esos 2 dólares por hora.
Padre rico veía ante sí a dos muchachitos que le devolvían fijamente la mirada, con los ojos muy abiertos y el cerebro en blanco. El sabía que nos estaba probando, y que nuestra parte emocional quería aceptar el trato. El sabía que el alma de cada ser humano tiene un punto débil y lleno de necesidades, que puede ser comprado. Y él sabía que el alma de cada ser humano también tenía una parte llena de fortaleza y de resolución, que no podría ser comprada jamás. La cuestión era cual de las dos partes era la mas fuerte. El había puesto a prueba a miles de almas en su vida. El examinaba almas cada vez que entrevistaba a alguien para un trabajo.
“Bien, que sean 5 dólares por hora”
De repente, hubo un silencio dentro de mí. Algo había cambiado. La oferta era demasiado buena, y ya se había vuelto ridícula. No muchos adultos en 1956 ganaban más de 5 dólares por hora. La tentación desapareció, y se instaló la calma. Lentamente, giré a mi izquierda y miré a Mike. El me devolvió la mirada. La parte de mi alma que era débil y necesitada, estaba silenciosa. La parte de mí alma que no tenía precio tomó su lugar. Una calma y una certeza acerca
del dinero penetraron en mi cerebro y en mi alma. Yo sabía que Mike había llegado también a ese punto.
“Bien”, dijo padre rico suavemente. “Casi todas las personas tienen un precio. Y ese precio está dado por dos emociones humanas el miedo y la ansiedad. Primero, el miedo a quedarse sin dinero nos motiva a trabajar duro, y entonces, una vez que obtenemos nuestro cheque, la ansiedad y el deseo nos llevan a pensar en todas las cosas maravillosas que el dinero puede comprar. Y así, el patrón queda configurado”
¿Qué patrón?” pregunté.
El patrón de levantarse, ir a trabajar, pagar cuentas, levantarse, ir a trabajar, pagar cuentas…Sus vidas estarán entones guiadas para siempre por dos emociones, el miedo y la ansiedad. Si les ofrecen más dinero, ellos continuaran el ciclo, incrementando también sus gastos. Esto es lo que yo llamo la carrera de las ratas.
¿Existe otra manera?” preguntó Mike.
“Si” dijo padre rico lentamente. “Pero sólo unas pocas personas la encuentran” ¿Cuál es esa manera?” nuevamente Mike preguntó.
“Eso chicos, es lo que yo espero que ustedes descubran en la
medida que estudien y trabajen conmigo. Eso es, por lo que les retiré toda forma pago”
“Bueno, el primer paso es decir la verdad”, dijo padre rico.
“¿La verdad acerca de qué?” pregunté. 
“Acerca de cómo se están sintiendo”, dijo padre rico. “No tienen que decírselo a nadie más. Sólo a sí mismos”
¿Usted quiere decir que las personas que están en este parque, los que trabajan para usted, la Sra. Martin, ninguno de ellos hace eso?” pregunté.
“Lo dudo”, dijo padre rico. “En lugar de eso, ellos sienten miedo de no tener dinero. En vez de confrontar el miedo, reaccionan, en lugar de pensar. Reaccionan emocionalmente, en lugar de usar sus cabezas”, agregó, dando golpecitos sobre nuestras cabezas. “Entonces, consiguen unos pocos pesos en sus manos, y otra vez sus emociones -la alegría, el deseo, las ansias- toman posesión, y ellos vuelven a reaccionar, en vez de pensar”
“¿De manera que sus emociones construyen sus pensamientos?” dijo Mike.
“Correcto”, dijo padre rico.
“En lugar de decir la verdad acerca de cómo se sienten, ellos reaccionan ante sus sentimientos, que les impiden pensar. Ellos sienten miedo, y van a trabajar, esperando que el dinero lo mitigue, pero no sucede así. Ese viejo miedo ronda a su alrededor, entonces van de nuevo al trabajo, esperando nuevamente que el dinero calme sus temores, pero una vez mas, no sucede así. El miedo los tiene atrapados en esta trampa de trabajar, ganar dinero, trabajar, ganar dinero, y esperar que el miedo se disipe. Pero cada mañana al levantarse, el miedo se levanta con ellos. Para millones de personas, ese viejo miedo es la causa de que no puedan conciliar el sueño,
originándoles noches de agitación y temor. De manera tal que otra vez se levantan y van a trabajar, esperando que el cheque de su sueldo elimine ese miedo que corroe su alma. El dinero está manejando sus vidas, pero ellos se rehúsan a asumir la verdad. El dinero tiene el control de sus emociones, y en consecuencia, de sus almas”
Padre rico se sentó tranquilamente, dejando que sus palabras fueran asimiladas. Mike y yo escuchamos lo que él dijo, pero realmente no entendimos por completo de qué estaba hablando. Lo único que yo sabía, era que a menudo me preguntaba por qué los adultos iban tan de prisa a sus trabajos. Esto no parecía muy divertido, y ellos nunca parecían demasiado felices, sin embargo, algo los mantenía volviendo hacia sus trabajos.
Al darse cuenta de que habíamos asimilado tanto como nos fuera posible lo que él había estado hablando, padre rico dijo: “chicos, yo quiero que eviten esa trampa. Eso es realmente lo que deseo enseñarles. No tan sólo a ser ricos, porque ser ricos no resuelve el problema”
“¿Ah, no?” pregunté sorprendido.
“No. Déjenme finalizar acerca de esta otra emoción, que es el deseo. Algunos lo llaman ansia o anhelo, pero yo prefiero deseo. Es perfectamente normal desear algo mejor, más lindo, más divertido o excitante. De manera que las personas también trabajan por el dinero a causa de sus deseos. Ellos quieren dinero porque piensan que puede comprar alegrías. Pero las alegrías que el dinero puede
comprar son a menudo efímeras, y así pronto vuelven a necesitar más dinero para más alegrías, más placer, más comodidad, más seguridad. Y entonces ellos siguen trabajando, creyendo que el dinero aliviará sus almas afligidas por el miedo y el deseo. Pero el dinero no puede hacer eso”
“¿Aún la gente rica?” preguntó Mike.
“Incluyendo a la gente rica”, dijo padre rico. “De hecho, la razón de la riqueza de muchas personas no es el deseo, sino el miedo. En realidad ellos creen que el dinero puede eliminar el miedo de no tenerlo o de ser pobre, y por eso amasan toneladas de dinero, para luego descubrir que el miedo empeora. Ahora temen perder lo que tienen. Tengo amigos que siguen trabajando, aunque tengan ya demasiado. Conozco personas que poseen millones, y están más temerosos ahora que cuando eran pobres.
Están aterrorizados de perder todo su dinero. Los miedos que los llevaron a ser ricos, ahora han empeorado. Esa parte débil y necesitada de sus almas esta gimiendo en voz más alta cada vez. Ellos no quieren perder sus mansiones, los automóviles, la vida de clase alta que el dinero les ha comprado. Temen que dirían sus amigos si perdieran toda su fortuna. Muchos están emocionalmente desesperados y neuróticos, aunque lucen ricos y tienen más dinero.
Entonces, ¿es más feliz un hombre pobre?” pregunté.
‘No, no lo creo”, replicó padre rico. “El hecho de evitar el dinero es tan sicótico como ser adicto a él”.
Mientras estaba sentado ahí oyendo a mi papá rico, mi mente recordaba por instantes las innumerables veces que mi propio padre decía “yo no estoy interesado en el dinero” Decía esas palabras muy a menudo. Y se cubría a el mismo afirmando siempre, “yo trabajo porque amo mi profesión”
Entonces ¿qué hacemos?” pregunté. “¿No trabajar por dinero hasta que todos los restos de miedo y deseo se hayan ido?”
“No, eso seria malgastar el tiempo”, dijo padre rico. “Las emociones son lo que nos hace humanos. Nos hacen reales. La palabra emoción quiere decir energía en movimiento. Sean sinceros acerca de sus emociones, y úsenlas, junto con su mente, en su propio favor, y no en contra”
No teman por lo que yo acabo de decir. Todo esto tendrá más sentido en los próximos años. Tan sólo debes ser un observador, no un reaccionario de tus emociones. La mayoría de las personas no saben que sus emociones están delineando sus pensamientos.
“Si el miedo a no tener suficiente dinero surge, en lugar de salir corriendo inmediatamente a conseguir un trabajo a fin de ganar unos pocos pesos para mitigar el miedo, ellos antes deberían hacerse a sí mismos esta pregunta: “¿Es este trabajo mi mejor solución a largo plazo, para este miedo?” En mi opinión, la respuesta es ‘no’. Especialmente si miran a lo largo de toda la vida de una persona. Un empleo, realmente es una solución de corto plazo para un problema a largo plazo” 
“Pero mi padre siempre está diciendo, “continua estudiando, obtén buenas calificaciones, y así podrás encontrar un trabajo estable y seguro” Esta vez fui yo el que habló, algo confundido.
“Si, entiendo que lo diga”, dijo papá rico sonriendo. “La mayoría de las personas recomiendan eso, y para muchas de ellas, es una buena idea. Pero esa recomendación surge a partir del miedo”
“¿Quiere decir que mi padre dice eso porque siente miedo?”
“Si”, respondió. “El está aterrorizado de que tu no puedas ser capaz de ganar dinero e insertarte en la sociedad. No me malinterpretes. El te ama, y desea lo mejor para ti. Y creo que sus miedos están justificados. Una educación y un empleo son importantes. Pero no manejarán el miedo. Verás, el miedo que lo lleva a levantarse cada mañana para ganar algunos pesos, es el mismo que lo hace ser un fanático de que tu continúes estudiando”
“¿Entonces qué recomienda usted?” le pregunté.
“Yo quiero enseñarles a adquirir la maestría en el poder que tiene el dinero. A no temerle. Y eso no se enseña en los colegios. Si ustedes no lo aprenden, se convertirán en esclavos del dinero”
Finalmente, todo cobraba sentido. Lo que él quería, era que expan-diéramos nuestra visión.
“Lo que yo quiero niños, es que tengan una chance de evitar esa trampa, causada por las emociones del miedo y la ansiedad. Usenlas a su favor, y no en su contra. Yo no estoy interesado en que aprendan a construir una pila de billetes. Eso no dominará el miedo o las ansias. Si ustedes no dominan estas dos emociones y se vuelven ricos, serán simplemente unos esclavos muy bien remunerados”
“Bueno ¿y cómo evitamos la trampa?” le pregunté.
“Las causas principales de la pobreza o de las luchas financieras, son el miedo y la ignorancia; no la economía, ni el gobierno, ni los ricos. Son el miedo y la ignorancia auto-infligidos, los que mantienen a la gente atrapada. Así que, chicos, ustedes vayan al colegio y logren un titulo universitario. “Que yo les enseñaré cómo permanecer fuera de la trampa”
Las piezas del rompecabezas iban apareciendo. Mi padre instruido tenía una gran formación y una gran carrera. Pero jamás le habían enseñado cómo manejar sus miedos, o el dinero. Se hacia claro que yo podía aprender cosas bien diferentes de cada uno de los dos padres.
“Bien, has estado hablando sobre el miedo a no tener dinero. Pero, ¿“Cómo afectan nuestros pensamientos el deseo, o las ansias?”, preguntó Mike.
“¿Como se sintieron cuando los tenté con un aumento? ¿Notaron cómo crecían sus deseos?”
Movimos nuestras cabezas asintiendo.
“Al no dejarse llevar por sus emociones, ustedes contuvieron sus reacciones y pudieron pensar. Eso es lo más importante”
“Lo que intensifica el miedo y el deseo, es la ignorancia. Esa es la razón por la que personas ricas, con grandes cantidades de dinero, a menudo se sienten mas temerosas cuantas más ricas se vuelve. El dinero es la ilusión. Padre rico siguió adelante explicando que la vida humana es un devenir entre ignorancia y conocimiento.
Nos explicó que, una vez que una persona cesa de buscar información y conocimiento de sí mismo, se instala la ignorancia. Y esa es una lucha de momento a momento, de aprender a abrir o cerrar la propia mente.
“Miren, el colegio es muy, muy importante. Ustedes van a la escuela para aprender cierta habilidad o profesión, y así ser un miembro que contribuye a la sociedad Desafortunadamente, para muchos, la escuela es el final, y no el principio”
“He sido un poco cruel hoy”, dijo. “Cruel por una razón: quiero que siempre recuerden esta charla. Quiero que siempre piensen en la Sra. Martin. No se olviden nunca, porque esas dos emociones, miedo y deseo, los pueden llevar a una de las trampas mas grandes de la vida, si ustedes no están alertas, ellas controlarán sus pensamientos
Pensar que un empleo brindará seguridad es mentirse a uno mismo. Es cruel, y esa es la trampa que quiero que eviten si fuera posible. He aquí cómo el dinero dirige la vida de la gente. No dejen que eso les pase a ustedes. Por favor, no dejen que el dinero maneje sus vidas”
“¿Y qué tiene que ver la ignorancia con el miedo y el deseo?” pregunté.
“Tiene que ver, porque la ignorancia acerca de las cuestiones del dinero, es lo que causa tanto miedo y tanto deseo”, respondió.
“Pero, ¿existe alguna respuesta?” preguntó Mike.
“Si”, dijo padre rico. “Aprender a utilizar las emociones para pensar, y a no pensar con las emociones. Cuando ustedes, chicos, adquirieron el control de sus emociones al aceptar trabajar gratis, allí pensé que había esperanza. Y cuando nuevamente resistieron sus emociones al ser tentados con más dinero, estaban de nuevo aprendiendo a pensar a pesar de estar emocionalmente cargados. Ese es el primer paso”
“¿Elegir nuestros pensamientos?” preguntó Mike, desconcertado.
“Así es. Eligiendo lo que pensamos, en vez de reaccionar a partir de nuestras emociones, y simplemente levantarnos e ir a trabajar con la intención de resolver el problema, solo porque el miedo de no tener suficiente dinero para pagar las cuentas nos aterra. Pensar, sería tomarse el tiempo de hacernos a nosotros mismos una pregunta. Algo así como “¿trabajar cada vez más duramente, es la mejor solución a este problema?” La mayoría de las personas están tan aterrorizadas por no decirse a sí mismos la verdad, de que el miedo, tiene el control, que ni siquiera pueden pensar, y salen huyendo por la puerta.
A eso me refiero con elegir sus pensamientos”
“¿Y como lo hacemos?” preguntó Mike.
Recuerden lo que he dicho antes: un trabajo es tan solo una solución de corto plazo, para un problema de largo plazo. La mayoría de las personas tienen un problema en mente, y es el corto plazo. Son las cuentas al final del mes. El dinero ahora dirige sus vidas.
O debería decir, el miedo y la ignorancia acerca del dinero. De manera que ellos hacen lo mismo que sus padres; se levantan cada día y salen por el dinero. Sin tomarse el tiempo para pensar si existe otra manera.
Ahora, son sus emociones, y no sus cabezas, las que controlan sus pensamientos.
“¿Podrías decirnos la diferencia entre pensar con las emociones, y pensar con la cabeza?” le preguntó Mike.
“Oh, si. Todo el tiempo estoy oyendo algo al respecto”, respondió papá rico. “Oigo cosas como ‘Bueno, todo el mundo tiene que trabajar’, o los ricos son tramposos’. También ‘Buscaré otro trabajo’. ‘Merezco el aumento’. ‘Usted no puede andar presionándome’. O ‘me gusta este porque es seguro’. En lugar de “¿Me estoy perdiendo algo aquí?”, lo cual rompe el pensamiento emocional.
Debo admitir que esa fue una grandiosa lección recibida. Saber si alguien estaba hablando a partir de sus emociones, o basándose en un pensamiento claro. Fue una lección que me sirvió mucho para la vida.
Especialmente cuando era yo el que estaba hablando desde la emoción, y no desde el pensamiento claro.
Mientras encaramos el retorno hacia la tienda, papá rico explicó que los ricos realmente “hicieron el dinero” No trabajaron por él. El continuó explicando que cuando Mike y yo estábamos acuñando monedas con el plomo, creyendo que estábamos “haciendo dinero”, estuvimos muy cerca de la forma de pensar de los ricos. El problema fue que, el hecho por nosotros, era ilegal.
Padre rico continuó explicando que los ricos saben que el dinero es una ilusión. Es sólo por el miedo y los deseos, que la ilusión del dinero es mantenida por millones de personas unidas en el pensamiento de que el dinero es real. El dinero realmente es un invento. Fue nada más por la ilusión, la confianza y la ignorancia de las masas que el castillo de naipes permaneció sostenido
Viendo lo que otros pasan por alto
Al subirse a su pickup, que estaba estacionada afuera de su pequeño mercado, dijo: “Sigan trabajando, chicos, pero cuanto antes se olviden de la necesidad de un cheque de pago mensual, más fácil será su vida de adultos. Continúen utilizando sus cerebros, trabajen gratis, y pronto sus mentes les mostrarán formas de ganar muchísimo mas dinero del que yo podría pagarles jamás. Ustedes verán cosas que el resto de la gente nunca ve. Oportunidades justo frente a sus narices. Muchas personas no ven esas oportunidades porque están buscando el dinero y la seguridad, de manera que eso es todo lo que obtienen. En el momento en que vean una oportunidad, las seguirán viendo por el resto de sus vidas. Cuando llegue ese momento les enseñaré algo más. Aprendan esto, y evitarán una de las trampas mas grandes de la vida.
Pasamos las semanas siguientes en el colegio, pensando y hablando.
Al final del segundo sábado, estaba nuevamente despidiéndome de la Sra. Martin y observando el estante de las historietas con una mirada nostálgica.
De repente mientras la Sra. Martin nos decía adiós, note algo que ella hacía, nunca antes había observado. Ella estaba cortando en mitades la página frontal de los libritos de historietas. Guardaba la mitad superior de cada portada, desechando el resto de la revista dentro de una gran caja marrón de cartón prensado. Cuando le pregunté qué hacia con las historietas, me contestó que las arrojaba a la basura. “Las mitades superiores de las portadas se las entrego al distribuidor de libros, a modo de crédito para nuevos ejemplares. El vendrá en una hora”
Mike y yo, esperamos esa hora. Enseguida el distribuidor llegó, y le pregunté si podríamos tomar los libritos de historietas. El me respondió: Pueden tenerlos si trabajan para este almacén, y no los revenden” Nuestra sociedad fue revivida.
La mama de Mike tenía una habitación en el sótano, que nadie usaba. La limpiamos, y comenzamos a apilar allí cientos de revistas de historietas. Pronto, nuestra biblioteca de comics fue abierta al público. Contratamos a la hermana menor de Mike, a quien le encantaba estudiar, para ser la cabeza de la biblioteca. Ella cobraba a cada niño 10 centavos la entrada, y el lugar permanecía abierto desde las 2:30 hasta las 4:30 p.m. todos los días después del colegio. Los clientes, niños del vecindario, podían leer tantas revistas como pudieran, en esas dos horas. Era una ganga para ellos, dado que cada librito de historietas, costaba 10 centavos, y alcanzaban a leer cinco o seis en las dos horas.
La hermana de Mike chequeaba a los niños cuando se iban, para asegurarse de que nadie se apropiara de ninguna revista. Ella también llevaba libros con los registros, dividiéndolos en cuántos niños venían por día, quiénes eran, y cualquier comentario que pudieran tener. Mike y yo promediamos los 9,50 dólares por semana, durante un periodo de tres meses. Le pagamos a su hermanita 1 dólar por semana, y la dejábamos leer gratis las historietas, lo cual rara vez hacia dado que estaba siempre estudiando.
Mike y yo mantuvimos el acuerdo de trabajar en la tienda cada sábado, recolectando todos los libritos de historietas de todos los almacenes. Respetamos nuestro acuerdo de no vender ninguna revista, las quemábamos cuando se ponían muy andrajosas. Intentamos abrir una sucursal pero nunca pudimos encontrar alguien tan dedicado como la hermana de Mike, en quien pudiéramos confiar.
A una edad temprana, descubrimos lo difícil que era encontrar buen personal.
Tres meses después de que la biblioteca fuera abierta por primera vez, se suscitó una pelea en el lugar. Algunos camorristas de otro vecindario lograron entrar por la fuerza, y la iniciaron. El padre de Mike sugirió que cerráramos el negocio. Así que nuestra tienda de historietas cerró, y nosotros dejamos de trabajar Los sábados en el mini-mercado.
De todos modos, el papá de Mike estaba feliz porque habíamos aprendido bien nuestra primera lección. Habíamos aprendido a tener dinero trabajando para nosotros. Al no recibir ningún pago por nuestro trabajo en la tienda, nos vimos forzados a usar nuestra imaginación para identificar una oportunidad de ganar dinero. Al iniciar nuestro propio negocio, la biblioteca de historietas, teníamos el control de nuestras propias finanzas, sin depender de un empleador. Lo mejor fue que nuestro negocio generaba dinero para nosotros, aun cuando no estábamos allí físicamente. Nuestro dinero trabajaba para nosotros.
En lugar de pagamos dinero, padre rico nos había dado mucho más.
 

 

 
 

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